Cómo la tecnología puede hacerte ahorrar en tu cultivo
El agricultor ha encontrado en la digitalización del sector primario un aliado para llevar a cabo un ahorro de costes de producción a través de herramientas como drones, Big Data o aplicaciones para hacer un seguimiento más preciso de los cultivos.
La disrupción que supone la digitalización en todos los sectores productivos tampoco se resiste al sector primario. Los avances tecnológicos introducidos en el campo durante los últimos años se están traduciendo, fundamentalmente, en una mejora de la productividad y en un ahorro de costes y de recursos. Todo ello enfocado a dar respuesta al reto de alimentar a una población que va en aumento produciendo alimentos con el menor impacto medioambiental posible.
Veamos cómo los agricultores pueden encontrar en la digitalización y la tecnología un aliado para ahorrar en los costes de producción.
Ahorro de agua. Según un estudio de la Fundación Aquae, para la producción de un kilo de maíz se necesitan 900 litros de agua, lo que nos da una idea de la cantidad de recursos hídricos que la agricultura consume. En concreto, las nuevas técnicas de riego de precisión, de la mano del Big Data, contribuyen a conocer en tiempo real el estado hídrico de los cultivos, para anticiparse a momentos de estrés de los terrenos y poder optimizar las decisiones sobre el agua. Así, gracias a datos extraídos de imágenes multiespectrales y herramientas termográficas, unido a la mayor precisión en los modelos meteorológicos y el uso de sensores IoT agroclimáticos, se pueden tasar las necesidades de riego de cada cultivo sobre cada terreno, manteniendo el nivel de producción al mayor nivel de eficiencia posible. En general, la aportación del Big Data y del Internet de las Cosas a la agricultura es fundamental, pues podría aumentar la productividad en un 70% de cara al año 2050, según un estudio de Deloitte.
Ahorro de tiempo e insumos. También hay servicios digitales de gestión agrícola como los que ofrece Corteva Agriscience a través del software Granular Link. Esta herramienta permite a los agricultores llevar un seguimiento preciso de los cultivos ayudándoles a mejorar sus márgenes de rentabilidad mediante un mejor uso de los datos, lo que ayuda a que los agricultores puedan tomar mejores decisiones en cada etapa del proceso de cultivo.
Al margen de este software, también se pueden monitorizar los cultivos a través de la instalación de nodos y sensores, cableados o inalámbricos, que a largo plazo implican una reducción de insumos agrícolas y una mejora de los rendimientos.
Ahorro de energía. La eficiencia energética es una prioridad en la agricultura del presente, no sólo por el desarrollo sostenible, sino también por el ahorro para el bolsillo de los productores. La renovación de la maquinaria para minimizar los combustibles es importante, pero la digitalización abre camino a la agricultura de precisión. Mediante la extracción de datos a través de dispositivos como drones, plataformas robóticas terrestres y sensores, podemos maximizar la eficiencia de los recursos y también de la energía. Una vez superada la inversión tecnológica inicial, esto se traduce en un ahorro directo de costes. Por ejemplo, a través de técnicas que permiten la recuperación de energía en redes de distribución del agua por riego, se podría ahorrar más de un 12% anual en consumo energético, según un estudio de la Universidad de Córdoba y el Trinity College.
El ahorro de costes en la producción agrícola es una prioridad para el desarrollo sostenible, pero, sin duda, también juega a favor de la economía de los agricultores que, de la mano de la tecnología, pueden ver una mejora en los rendimientos de sus cosechas y, por tanto, en sus bolsillos.