Artículo escrito por la periodista agroalimentaria Beatriz García Contreras
La campaña de algodón en España se presenta este año con importantes desafíos para los agricultores, especialmente en la región de Andalucía, que es la principal productora de algodón del país. La falta de precipitaciones durante la primavera y el verano ha generado preocupación entre los algodoneros, quienes no se atrevieron a realizar la siembra hasta finales de mayo, esperanzados con las lluvias irregulares de la fecha.
En las campañas de algodón, Andalucía continúa siendo el epicentro de la producción de esta fibra en España. En concreto, la provincia de Sevilla lidera el número de hectáreas dedicadas a este tipo de producción (35.047,35 ha), seguida de Cádiz (10.915 ha), Jaén (3.191,60 ha), Córdoba (2.385,59 ha) y Huelva (100,71 ha). No obstante, también existen pequeñas superficies en Murcia.
Tras la presentación de la Política Agrícola Común 2023 (PAC) en junio, la Junta de Andalucía por fin ha podido informar sobre las superficies destinadas a la producción de algodón en la región. Este año, la campaña cuenta con un total de 51.642,25 hectáreas de algodón, distribuidas entre 4.605 cultivadores. Aunque esta cifra puede parecer alta, es importante tener en cuenta que representa una disminución de casi 1.500 hectáreas en comparación con años anteriores, siendo la menor superficie de plantación de los últimos 15 años.
Desde la Cooperativa Las Palmeras en Sevilla creen que, a pesar de que la superficie trabajada puede parecer similar a la de la campaña anterior, la producción que obtendrán en la cosecha va a ser mucho menor debido a la falta de agua. “Cada año hemos ido perdiendo producción y este año se espera alcanzar, con suerte, los 50 millones de kilos de algodón en toda Andalucía”, asegura su director, Enrique González.
La primavera de 2023 ha sido especialmente dura, marcada por ser la más cálida desde que se tiene registro en 1961 y la segunda más seca, solo superada por la primavera de 1995, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). La situación de sequía meteorológica que atraviesa España agrava aún más los desafíos para los algodoneros.
La siembra, que debería haberse realizado durante el mes de abril, se retrasó hasta finales de mayo a la espera de lluvias que pudieran contribuir a la nascencia del cultivo. Los agricultores tienen que lidiar con una dotación de tan solo 700 metros cúbicos de agua por hectárea, lo que representa únicamente el 20% de la necesidad hídrica requerida, que oscila entre 4.000 y 6.000 metros cúbicos por hectárea. “En esta zona llevamos ya tres años de sequía. En mi comunidad de regantes, Las Marismas del Bajo Guadalquivir, llevamos con restricciones de agua desde las dos anteriores campañas, siendo esta la tercera y más grave de todas”, explica Enrique.
Asimismo, la siembra tardía ha hecho que la cosecha también se retrase, no pudiendo realizarla hasta finales de octubre o incluso principios de noviembre si se quiere respetar el ciclo natural del algodón. “El algodón nace naturalmente en el mes de abril y en esta campaña ha empezado a hacerlo en muchas zonas durante junio. Una cosecha tardía nunca se va a asemejar a una normal, da menos producción de todas maneras”, asegura González.
Si algo es seguro en esta campaña de algodón es que su producción será menor que en los dos últimos años, llegando a generar hasta un 50% menos de algodón que en la campaña 2022.
En años anteriores, la producción de algodón en Andalucía fue significativamente más alta, con 173 millones de kilos en 2021 y 123 millones de kilos en 2022. Aun así, puede apreciarse un descenso en la producción con el paso del tiempo y el agravamiento de la sequía. Para el director de Las Palmeras, este año se llegará a conseguir producir en torno a los 25-50 millones de kilos, es decir, alrededor de 1.000 kilos por hectárea trabajada.
La disminución en la cosecha no solo afectará a los productores, sino que también impactará al sector industrial que se abastece de este producto. La baja cosecha dificultará el suministro a las desmotadoras, lo que puede tener repercusiones en la cadena de suministro y en la industria textil en general.
Para poder luchar contra este tipo de incertidumbres, los algodoneros cuentan con una ayuda acoplada, que en la campaña 2022 ascendió a 1.158,63 euros por hectárea. La normativa de dicha ayuda establece un importe para el pago específico al algodón en España de 1.267,52 euros/hectárea para una superficie básica nacional de 48.000 hectáreas. Si se supera esta superficie, se aplica un recorte proporcional en la cuantía de la ayuda. No obstante, como en esta campaña la superficie del cultivo es menor, la ayuda que cobrarán los agricultores se verá aumentada.
A pesar de los desafíos, el sector algodonero en España ha demostrado su capacidad para adaptarse a los requisitos de producción integrada impuestos por la Unión Europea. Además, la colaboración con la Alianza Europea del Algodón, que une a algodoneros de Grecia y España, ha contribuido a fortalecer su posición en los mercados internacionales.
En conclusión, la campaña de algodón en España se enfrenta a dificultades significativas este año debido a la falta de precipitaciones y a la consecuente disminución en la producción. Los agricultores tienen que lidiar con condiciones climáticas adversas y una disponibilidad limitada de agua, lo que requerirá esfuerzos adicionales para mantener la sostenibilidad y la competitividad del sector algodonero en el mercado. Corteva cuenta con un catálogo de soluciones innovadoras para el cultivo de algodón como Rokenyl®50 o Radiant®.
Beatriz garcía ContrerasPeriodista Agroalimentaria
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