Claves para la implantación de la digitalización en el campo
La inversión en tecnologías disruptivas de la digitalización son la base del crecimiento exponencial en la inversión. Solamente los profesionales que inviertan en la digitalización serán los que auguren un futuro alentador para ello, existen subvenciones procedentes de Europa para apostar por la digitalización de sus proyectos.
Por otro lado, el Internet de las Cosas (IoT) ha revolucionado la forma en que se gestiona la agricultura. Mediante sensores y dispositivos instalados en el campo, las pymes agroalimentarias pueden recopilar datos en tiempo real y monitorizar variables cruciales como la humedad del suelo, la temperatura, la calidad del aire y la salud de los cultivos. Estos datos son fundamentales para la toma de decisiones, permitiendo una gestión más eficiente de los recursos, una optimización de los ciclos de cultivo y una reducción de los costes operativos.
Además, los Sistemas de gestión empresarial (ERP) son herramientas integrales que centralizan la gestión de procesos empresariales como la contabilidad, la logística, la producción y la distribución. Para las pymes agroalimentarias, es crucial contar con sistemas ERP diseñados específicamente para su industria. Estos sistemas también permiten un mejor seguimiento de la trazabilidad de los productos, el control de inventario y la gestión de la cadena de suministro, garantizando el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad alimentaria.
Así como, la inteligencia artificial (IA) es una herramienta óptima gracias al análisis predictivo de los patrones meteorológicos, la supervisión de la salud de los cultivos y la asignación eficiente de recursos. En la actualidad ya existen aplicaciones desarrolladas con la IA muy potentes como por ejemplo sensores y drones equipados con cámaras de alta resolución que recopilan datos sobre la salud de las plantas, el nivel de humedad del suelo, y la presencia de plagas y/o enfermedades. La IA también ha desarrollado robots que están equipados con sistemas de visión por ordenador y algoritmos de aprendizaje automático que les permiten identificar y manejar las plantas de manera autónoma.
La gestión inteligente de los datos agrícolas proporciona información valiosa para la toma de decisiones estratégicas. Implementar sistemas de gestión inteligente permitirá tener un mayor control y seguimiento de variables clave, como inventario de cultivos, historial de plagas y enfermedades, trazabilidad de productos y rendimiento de cosechas. Por ello, iniciativas voluntarias como el Cuaderno Digital de Explotación Agrícola (CUE) permitirán realizar una trazabilidad segura de las superficies de tierras de cultivo y de las actuaciones más importantes que allí se realicen por parte de los agricultores.
La automatización de procesos representa un avance significativo en la mejora de la calidad de vida, impulsando tanto la eficiencia como la productividad en diversas industrias. En el ámbito de la agricultura en España, se estima que el 57% de las actividades actuales son susceptibles de ser automatizadas.
Este cambio no solo optimiza las labores agrícolas, sino que también libera a los trabajadores de tareas repetitivas y arduas, permitiéndoles enfocarse en actividades de mayor valor añadido y contribuyendo al desarrollo de nuevas competencias y oportunidades laborales. La modernización del sector agrícola a través de la automatización no solo incrementa la productividad, sino que también mejora la sostenibilidad y la gestión eficiente de los recursos naturales.
Un ejemplo destacado de esta automatización es la implementación de sistemas de guiado automático en la maquinaria agrícola, que unidos a la norma internacional ISOBUS, facilitan la conducción en parcela y permiten integrar el equipamiento y monitorizar sus operaciones con una precisión sin precedentes, optimizando el uso de insumos y reduciendo el impacto ambiental.
Como hemos visto, la digitalización y automatización del sector agroalimentario en España están transformando profundamente la agricultura, mejorando la eficiencia, sostenibilidad y calidad de vida de los trabajadores. La adopción de tecnologías como el IoT, IA y sistemas ERP, junto con el apoyo de subvenciones europeas, son esenciales para un futuro prometedor. La modernización del campo no solo optimiza la producción, sino que también ofrece nuevas oportunidades laborales y una gestión más responsable de los recursos naturales.