Juan Sagarna llama la atención sobre el cambio de paradigma que, a su juicio, se está produciendo para mejorar la resiliencia de las explotaciones, que gira alrededor del suelo. “El foco estaba en la planta, y tanto la sanidad vegetal como los nutrientes y los productos fitosanitarios se centraban en ella, mientras que ahora la tendencia es a pensar que el manejo del suelo va a hacer que una planta se desarrolle mejor y no sean necesarios tantos productos”.
Según este ingeniero agrónomo, esta situación está repercutiendo en el mercado “con el auge de la agricultura regenerativa u orgánica”. “Un suelo más vivo -concluye- ofrece mayor biodiversidad manteniendo un equilibrio frente a las plagas”.
Cuaderno de campo
¿Y la aplicación del cuaderno de campo? “Frenar su puesta en marcha es un error -contesta Joaquín Olona-, si usted centra su futuro en la agricultura, póngase a hacerlo; otra cosa es que tal y como se plantea desde el punto de vista administrativo tenga insensateces, pero que haya un registro con datos actualizados de cada explotación es fundamental para su mejora. Lo que no se anota, se olvida”.