Sostenibilidad significa satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las del futuro. Los agricultores lo saben bien. No pueden gastar en poco tiempo un agua que será fundamental para regar sus cultivos en los meses siguientes. También por lo mismo, nadie como ellos y ellas para administrar con sabiduría tan preciado recurso natural.
En un país como España, donde la agricultura es parte esencial de la economía y la cultura, pero al mismo tiempo escasean los recursos hídricos, la gestión eficiente y sostenible del agua de riego es una decisión de pura supervivencia. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, agricultura y ganadería consumen aproximadamente el 75% del agua total disponible en el país. En este contexto, la implementación de técnicas y tecnologías que optimicen su uso no solo resulta fundamental para garantizar la sostenibilidad ambiental, sino también para asegurar la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas.
Según datos de la Encuesta sobre el Uso del Agua en el Sector Agrario de 2022 del INE (Instituto Nacional de Estadística), el consumo total de agua en la agricultura alcanzó los 15,5 millones de metros cúbicos, un 3,3% más que diez años antes. Pero al haber aumentado la eficiencia y la intensificación agrícola, la superficie de regadío ha crecido 400.000 hectáreas en la última década. Estos datos subrayan la importancia de adoptar prácticas modernas que maximicen la eficiencia del uso del agua.
Técnicas de riego eficiente
El sistema que más ha crecido en los últimos años es el riego por goteo, ya que permite la aplicación del agua directamente en la raíz de las plantas, reduciendo significativamente las pérdidas por evaporación y escorrentía. En comparación con el riego por aspersión, que puede tener una eficiencia del 65-75%, el riego por goteo puede alcanzar eficiencias superiores al 90%. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 48% de la superficie regada en España ya utilizaba en 2022 el riego localizado. Otra técnica relevante es el riego deficitario controlado, que implica regar por debajo de las necesidades del cultivo en etapas específicas donde el estrés hídrico tiene un menor impacto en el rendimiento. Esta técnica no solo ahorra agua, sino que, en algunos cultivos, como el viñedo, puede incluso mejorar la calidad del producto final. Finalmente, empezamos a ver más la reutilización de aguas residuales depuradas para el riego agrícola.
Soluciones tecnológicas inteligentes
La tecnología nos brinda una oportunidad a través de sistemas como los sensores de humedad del suelo que, monitorizar en tiempo real el contenido de agua en el suelo y ajustar el riego a sus necesidades reales. Se acabó regar a ojo. Estos sensores, conectados a sistemas de gestión del riego, proporcionan datos precisos que ayudan a evitar tanto el riego excesivo como el insuficiente, optimizando así el uso del agua. Algo similar ocurre con los sistemas de Información Geográfica (SIG), al integrar información satelital sobre el tipo de suelo, condiciones climáticas y necesidades específicas de los cultivos, los SIG ayudan a diseñar planes de riego personalizados que maximizan la eficiencia del riego. También se ha normalizado el uso de drones con cámaras multiespectrales permite una vigilancia precisa del estado de los cultivos y un cálculo del nivel de estrés hídrico, logrando un riego más localizado y eficiente.
Además, las energías renovables, con el uso de pequeños aerogeneradores, pero especialmente de placas solares, está permitiendo electrificar de manera eficiente los riegos, ahorrando en costes energéticos, al mismo tiempo que reduce su huella de carbono y ayuda a luchar contra el cambio climático. Finalmente, la Inteligencia Artificial y Big Data, al analizar grandes volúmenes de datos, estos sistemas predicen las necesidades hídricas de los cultivos con gran precisión, ajustando automáticamente los sistemas de riego. Según un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia, la implementación de sistemas basados en IA puede reducir el consumo de agua en hasta un 30%.
Casos de Éxito en España
Proyecto Guadalquivir: En el valle del Guadalquivir, una de las regiones agrícolas más importantes de España, se ha implementado un ambicioso proyecto de modernización de regadíos, con un impacto directo en aproximadamente 850.000 hectáreas de terreno agrícola. Según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, estas mejoras han permitido una reducción del consumo de hasta el 20%, al tiempo que han incrementado la productividad de los cultivos, garantizando su sostenibilidad ambiental.
Canal de Aragón y Cataluña: En la Comunidad de Regantes del Canal de Aragón y Cataluña se ha llevado a cabo un proyecto innovador que combina el uso de sensores de humedad del suelo, sistemas de información geográfica y tecnologías de comunicación avanzada. Esta integración tecnológica ha logrado una mejora significativa en la eficiencia del riego, con ahorros de agua que alcanzan el 25%.
Comunidad de Regantes de la Acequia Real del Júcar: Gracias a la automatización y el uso de sensores, drones, y paneles solares, la comunidad ha logrado reducir el consumo de agua en un 25% sin comprometer su producción agrícola. También dedica grandes esfuerzos a la formación de los agricultores en estas nuevas tecnologías y prácticas de riego sostenible.
Desafíos y futuro del uso sostenible del agua
La gestión sostenible del agua de riego en España se enfrenta a importantes desafíos. El cambio climático, con períodos de sequía cada vez más frecuentes e intensos, junto con lluvias irregulares, ha convertido al agua dulce en un bien cada día más escaso cuyo consumo, paradójicamente, no deja de crecer.
Frente a ello, las soluciones tecnológicas y prácticas innovadoras están demostrando su eficacia en la reducción del consumo de agua y la mejora de la productividad agrícola. Son técnicas que no solo vienen para quedarse, sino que en pocos años serán prácticamente las únicas posibles.
Para abordar estos desafíos que ya están aquí, es crucial fomentar políticas públicas que apoyen la innovación y la inversión en tecnologías de riego eficiente. Asimismo, resulta esencial la formación y capacitación de los agricultores en el uso de estas nuevas tecnologías, una revolución en la que las cooperativas y asociaciones agrícolas son fundamentales para facilitar el acceso a recursos y conocimientos. Descubre como Corteva ofrece soluciones a los agricultores para una buena gestión hídrica gracias a su app Granular Link
