Artículo escrito por la periodista agroalimentaria Silvia Raso
Una agricultura más competitiva y sostenible es uno de los objetivos primordiales de la UE a través del Pacto Verde Europeo, que busca garantizar que dejen de producirse emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050; el crecimiento económico esté disociado del uso de recursos y no haya personas ni lugares que se queden atrás en el campo digital.
Esto requiere una toma de decisiones basada en datos por parte de los agricultores y las administraciones públicas; sin embargo, existe una gran brecha de datos de referencia cuando se necesitan observaciones a nivel local. La multitud de sensores utilizados en la agricultura capturan información crucial sobre los cultivos y las condiciones agroambientales circundantes y constituyen una fuente de datos infraexplotada. Aprovechar esta información y aumentar sus posibilidades, la integración con otros datos (por ejemplo, satélite) podría resultar muy positivo para mejorar capacidades en el seguimiento agroambiental regional. Esto requeriría un cambio de paradigma sobre cómo funcionan los sistemas de monitoreo y sobre los problemas de propiedad y gestión de los datos.
En esta cuestión se enmarca el programa europeo ScaleAgData, cuyo objetivo es proporcionar información sobre cómo se deben gestionar estos flujos de datos en beneficio de todas las partes interesadas, especialmente los agricultores, y cómo estos datos pueden integrarse en los conjuntos de datos regionales de seguimiento agroambiental. A través de esta mejora, esta riqueza de información se puede compartir con una comunidad de agricultores más grande, reduciendo así la desigualdad tecnológica y eliminando esa brecha digital que empieza ya a existir en él. Se prestará especial atención a las innovaciones en tecnología de sensores, computación en la nube, análisis de datos y nuevos productos basados en EO (Earth Observation).
Estas innovaciones serán codiseñadas y exhibidas en seis Laboratorios de Investigación e Innovación (RILabs) de diferentes organismos públicos, cada uno con su enfoque temático específico y repartidos por toda Europa. Estos laboratorios se centran en: productividad del agua, gestión de cultivos, seguimiento del rendimiento de los cultivos, salud del suelo, pastos y sector lácteo sostenible. Esto permitirá la evaluación de las innovaciones propuestas y los marcos de gobernanza de datos, y demostrará los valores agregados de las capacidades de monitoreo mejoradas para una variedad de usuarios, incluidos los agricultores, sus asociaciones y cooperativas, así como la industria agroalimentaria. Con estos resultados, ScaleAgData tiene como objetivo contribuir a la competitividad general y el rendimiento de sostenibilidad del sector agrícola europeo.
Un ejemplo de este programa está llevado por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de la Junta de Andalucía para el sector de la ganadería, concretamente y según informa este organismo público, Ifapa lidera el laboratorio dedicado a los pastos, donde se aplicará a los de la dehesa de Andalucía y a los de alta montaña de los Alpes.
Por otro lado y también en Andalucía, el sector citrícola, el primero a nivel nacional en producción de naranjas, tiene la oportunidad de participar en un grupo de trabajo para la creación de un sistema digital integral de análisis y gestión que pretende crear un Observatorio de Citricultura Sostenible con el que se facilitará la utilización de Big Data entre agricultores, técnicos y empresas agroindustriales ya que actualmente la brecha digital existe sobre todo por la inexistencia de datos en abierto. Según informa la Asociación ‘Palmanaranja’, este Grupo Operativo, denominado ‘Citricultura del Valle del Guadalquivir’, de dos años de duración, cuenta con una inversión de 430.000 euros y en él participan varias entidades públicas locales y regionales.
Go BigData Vino es otro proyecto digital dirigido al sector vitivinícola en el que participa el Gobierno de España y cuyo objetivo general, según fuentes de la Coordinadora de Agricultores y Ganadería (COAG) es pasar de la viticultura familiar a la viticultura 4.0 mediante el desarrollo de un sistema eficiente, inteligente y económicamente viable para la mayoría de viticultores que permita diagnosticar el estado nutricional e hídrico del viñedo y optimizar la fertilización y el riego de este cultivo tan preciado en nuestro país.
Sin duda, son muchas las barreras a eliminar en el mundo del Big Data y no todas son por la escasa formación entre el sector agrícola para su uso; si no que la desconfianza para compartir datos, la poca interoperabilidad de las diferentes plataformas o el coste económico son factores a limar en un mundo, el del campo, que necesita de su modernización y de un uso eficiente y práctico de todas sus actividades a la par que no pierde de vista el objetivo medioambiental de Europa, que es reducir emisiones, impulsar la eficiencia y resolver la crisis energética, así como el uso de tecnologías clave y el intercambio de datos para reducir las emisiones mundiales de gases efecto invernadero en una quinta parte hasta 2030.
Conoce más sobre el uso del Big Data en el campo en este artículo del blog de Corteva
Silvia RasoPeriodista Agroalimentaria
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