¿Qué información aporta el Índice Global de Seguridad Alimentaria?
El GFSI, por sus siglas en inglés Global Food Security Index, analiza el sistema alimentario de 113 países, comparando, mediante criterios cuantitativos y cualitativos, la seguridad alimentaria en todo el planeta para detectar situaciones de riesgo e identificar los parámetros que favorecen un sistema alimentario saludable.
La medición se realiza a través de tres indicadores clave: accesibilidad, disponibilidad y calidad y seguridad de los alimentos. En esta última edición se han añadido nuevos criterios, como el coste de los alimentos, las características de la infraestructura agrícola, la nutrición, los recursos naturales y la resiliencia. Ya en su octava edición, el estudio se ha convertido en un punto de referencia para gobiernos, ya que se configura como una herramienta clave para investigadores y científicos, un documento de diagnóstico para empresas de todo el mundo.
Desafíos en materia de seguridad alimentaria a corto y medio plazo
El Índice Global de Seguridad Alimentaria apunta a dos retos a los que el abastecimiento mundial de alimentos debe enfrentarse de inmediato.
La malnutrición
El 88% de los países analizados dispone de capacidad para abastecer a su población. Sin embargo, según la FAO todavía hay más de 820 millones de personas en el mundo que sufren desnutrición y el GFSI resalta que una tercera parte de los países cuenta con 10% de desnutrición.
El informe ha desvelado que son muchos los países con importantes carencias de vitaminas y minerales, indispensables para una vida sana. Por ejemplo, el 30% de los países analizados no disponen de suficientes cantidades de vitamina A en su dieta.
«En España nos encontramos en el momento de mayor seguridad alimentaria, ya que tenemos uno de los sistemas normativos más exigentes del mundo» Manuel Melgarejo, presidente para España y Portugal de Corteva Agriscience.
Crisis climática y recursos naturales
Debido al impacto del cambio climático en la producción de alimentos, en el estudio del año pasado se incluyó el parámetro de «Recursos naturales y resiliencia» para medir la capacidad de adaptarse a amenazas climáticas. Al contabilizar este factor en el análisis, todos los países han descendido en su puntuación global, lo que resalta la vulnerabilidad de los sistemas alimentarios mundiales frente a amenazas como las sequías, las inundaciones y el aumento del nivel del mar. En este apartado España ha destacado con la máxima puntuación por su capacidad de adaptación respecto al sistema nacional de gestión de riesgos agrícolas.
Todos estos datos positivos alientan al sector agroalimentario español a seguir trabajando en esta buena dirección para mantener los resultados, e incluso mejorarlos en los próximos años.
Mirando hacia Europa
Como región, Europa tiene un gran desempeño en el GFSI, solo superada por América del Norte. Sin embargo, existe una clara brecha entre la seguridad alimentaria en Europa occidental y oriental y es que fuera de la UE, muchos agricultores de Europa del Este carecen de acceso al apoyo del gobierno y enfrentan obstáculos más sistemáticos, como una infraestructura agrícola más débil y mayores riesgos de inestabilidad política y corrupción.
En este sentido, en el ranking europeo, España ocupa el puesto 16 por detrás de Polonia y por delante de Grecia. Hay que destacar que España destaca en calidad y seguridad alimentaria situándose en el puesto 10 por delante de Bélgica.
No obstante, pese a su buena praxis en materia de seguridad alimentaria, la mayoría de los países de la región parecen estar tomando en serio los desafíos del sector y demuestran un fuerte compromiso político para abordarlos mediante la adopción de intervenciones tales como medidas de alerta temprana.
Para más información acerca del GFSI 2019, consulte la siguiente web o descargue el Informe del GFSI 2019 aquí.