El cultivo de la calabaza para Halloween, una tradición milenaria
La celebración mundial de esta fiesta impulsa el cultivo de este fruto prepónide
La celebración mundial de esta fiesta impulsa el cultivo de este fruto prepónide
Con Halloween a la vuelta de la esquina es hora de empezar con los preparativos, y el más tradicional, sin duda, es la preparación de las populares sonrisas terroríficas. Halloween es una celebración anglosajona, por lo que el término proviene de la contracción inglesa: All Hallows’ Eve, que significa la víspera de Todos los Santos y estas plantas son todo un símbolo esencial que no pueden faltar en esta festividad. Aunque asociamos el origen de esta fiesta a los Estados Unidos, parece que el origen del vaciado y tallado de las calabazas tiene mucho de tradición celta, escocesa e irlandesa. La leyenda cuenta que un granjero llamado Jack consiguió engañar al diablo cuando este se presentó a reclamar su alma como pago por un pacto que habían realizado. Molesto, prometió que jamás volvería a buscarle y por ello, cuando Jack murió, se convirtió en un alma en pena ya que en el cielo tampoco le admitieron. Para alumbrar su camino el diablo le ofreció una brasa encendida que el granjero introdujo en el interior de un tubérculo que había tallado anteriormente. Desde entonces se le conoce como el farol de Jack o Jack-o’-lantern.
Actualmente España es uno de los principales productores de toda Europa, siendo Almería, Cáceres y Alicante las provincias que dedican mayor superficie a este cultivo. Según datos del Ministerio de Agricultura, la calabaza ocupa en España una superficie anual cercana a las 5.250 hectáreas, incluyendo en esta cifra la parte correspondiente al calabacín. La producción total es de alrededor de 121.000 toneladas.
La calabaza perfecta para Halloween
Hay que tener en cuenta que son plantas anuales, herbáceas y más o menos trepadoras, de la familia de las cucurbitáceas. El cultivo de calabazas de Halloween se inicia a finales de primavera, recolectando sus frutos sobre finales de verano y principios de otoño según la variedad y fecha de plantación. Su cultivo es muy sencillo ya que no es demasiado exigente en cuanto a temperatura. Sí lo es en cuanto a agua por su gran desarrollo foliar y su elevado contenido en agua del fruto. El cultivo de este fruto para Halloween se realiza de igual modo que el resto de las variedades. Son muy exigentes en luminosidad, por lo que su cultivo debe de realizarse al aire libre y nunca en zonas sombreadas.
En este sentido, hay que apuntar que no todas valen para Halloween, y es que existe una multitud de variedades de calabaza, aunque para tallar se suele utilizar la llamada Connecticut Field. Su piel es algo más lisa, menos dura y presenta las típicas estrías que caracterizan la clásica calabaza de Halloween. Se encuentra fácilmente en verdulerías, aunque también se puede cultivar en cualquier huerto. También se pueden utilizar otras variedades, como la Butternut o de cacahuete, la más tradicional para hornear, o la pastelera de Cidra para hacer cabello de ángel, pero hay que tener en cuenta la dureza de su piel. El proceso de carvado será más complejo y además no son naranjas, ni redondas ni estriadas.
¿Y qué hacemos con la pulpa? Esta es perfectamente comestible y se puede utilizar para preparar una deliciosa crema o cualquier otra receta, especialmente para endulzar en repostería. Y es que todo se aprovecha, las pipas o semillas son ideales para tostarlas en el horno y convertirlas en un delicioso snack saludable.
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