Y, aunque indudablemente, es fundamental conocer el estado de nuestros suelos, y se recomienda el análisis de las parcelas, también necesitaremos saber como están nuestros suelos a nivel de los principales nutrientes: nitrógeno, fosforo y potasio y, además, en el caso de girasol será imprescindible conocer el contenido y disponibilidad en boro.
El boro un micronutriente fundamental en el desarrollo del cultivo de girasol que exige unas necesidades de 165 gr/tn de cosecha. Su función principal es durante la floración ya que contribuye al desarrollo del tubo polínico ayudando a que el cuajado de las flores sea mejor. Además, ayuda a la distribución de los azucares dentro del grano. Y no menos importante, junto con el calcio, cumple un papel importante en la producción de lignina y hemicelulosa, componentes que dan estructura a la planta.
Cuando nuestros suelos no tienen la cantidad suficiente o aparece bloqueado por pH altos, por encima de 8, podemos encontrarnos con deficiencias de este microelemento. Además, las sequías prolongadas y las altas temperaturas pueden provocar una deficiencia temporal de este elemento.
De manera habitual, los síntomas aparecen cerca de botón floral. Las hojas de más arriba empiezan a tener un tamaño anormalmente pequeño. A continuación, empiezan a volverse de color marrón oscuro. Si la carencia no es muy grave, afectará al llenado de los capítulos produciendo granos menos llenos, con menos peso específico y menos cantidad de grasa. Si la carencia es más grave, aparecerán tallos cortados, como si se hiciera con un cuchillo, justo por debajo del capítulo.
Tanto si el problema viene por una falta de boro en nuestros suelos, como por un bloqueo de pH, tendremos la necesidad de aportarlo. El momento optimo de aporte será lo más cercano posible a la floración, ya que es en este momento cuando la planta va a tener mayores necesidades y se dará un mejor aprovechamiento.
La maquinaria disponible puede suponer una limitación. Muchas veces no se dispone de tractores con ruedas estrechas que nos permiten entrar al cultivo cuando este se ha desarrollado. Si este es el caso, llevaremos a cabo la aplicación lo más cerca posible a la aparición del capítulo que nos permita nuestra maquinaria sin dañar el cultivo. Según estudios realizados tanto por Pioneer® como por la Asociación Española del Girasol y diferentes organismos oficiales, se ve un incremento del 3-5% de rendimiento y un 1,2% en grasa.
Las herramientas de análisis de suelo pueden suponer una clave fundamental para detectar deficiencias de manera temprana y ayudar al agricultor en la toma de decisiones que afecten al rendimiento de su cultivo.
Consulte con nuestros asesores agronómicos Pioneer® para conocer más.