La agricultura en España es un sector crucial que constituye un pilar fundamental para la economía y el bienestar social; representando un gran porcentaje del PIB nacional y ocupando la mitad del territorio en actividades agrícolas y ganaderas, por ello, es vital para la alimentación sino también para el equilibrio medioambiental.
Sin embargo, este sector se enfrenta cada año a uno de los retos más complejos e importantes: la adaptación y la lucha contra el cambio climático. Ante este desafío la tecnología y digitalización emergen como aliados cruciales y empresas innovadoras como Corteva Agriscience juegan un papel decisivo en marcar hacia dónde va la agricultura en los próximos años, ofreciendo soluciones avanzadas a los agricultores que no solo buscan maximizar la rentabilidad sino también fomentar prácticas sostenibles.
Un sector clave en nuestro país
En España, el número de explotaciones agrarias asciende a casi al millón, esta red masiva de productores denota la dependencia del país a la agricultura y su elevada productividad y competitividad, posicionan a España como uno de los principales productores dentro de la Unión Europea, superando la media europea en comparación con otros países.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, España figura como el cuarto mayor exportador agroalimentario en la Unión Europea, y ocupa la octava posición a nivel mundial. La diversidad climática y geográfica ha llevado a una especialización de cultivos por regiones, donde ciertos tipos de cultivos prosperan mejor en función de las condiciones locales y, por tanto, cada uno afronta una serie de retos.
El impacto del clima en la agricultura y la tecnología como herramienta
El año 2023 trajo desafíos climáticos significativos, concretamente se ha observado una disminución en la cantidad de lluvia durante los meses de verano, cuando las demandas del cultivo son más elevadas, y un aumento de las precipitaciones en otoño e invierno, con un incremento en la frecuencia de eventos climáticos extremos.
El sector agroalimentario español en su esfuerzo por construir una resiliencia frente al cambio climático está incorporando avances tecnológicos significativos que permiten una adaptación más eficaz a las condiciones climáticas variables.
Según los expertos de Corteva Agriscience, una tendencia destacada en los últimos años en este ámbito es la agricultura de precisión, que implica la utilización de tecnologías avanzadas entre las que se incluyen el uso de sensores que miden constantemente su evolución, drones y sistemas de información geográfica para recopilar datos detallados sobre el suelo, los cultivos y el clima. Sin duda, los progresos en la maquinaria están ayudando no solo a mejorar la productividad de los terrenos sino también la eficiencia en el uso de recursos como el agua o los fertilizantes.
La inteligencia artificial también juega un papel importante facilitando la toma de decisiones y el manejo eficiente de grandes volúmenes de datos. La incorporación de estas tecnologías es esencial para monitorizar la salud de los cultivos, contribuyendo así a una mayor sostenibilidad económica y ambiental en la producción agrícola.
Otros aspectos que pueden ayudar al sector son la implementación de nuevas estrategias, como los programas de tratamiento que propone Corteva para cultivos de alto impacto como el arroz. En búsqueda de soluciones adaptadas a las condiciones de cada parcela, y con un modo de acción diferenciado que mejora el manejo de resistencias a malas hierbas, Corteva propone mediante su tecnología Rinskor®active y su portfolio de herbicidas una serie de programas únicos para mejorar la rentabilidad de forma eficiente y sostenible.
Por último, otro aspecto para tener en cuenta para este 2024 es la importancia que la trazabilidad agroalimentaria ha adquirido, ofreciendo información detallada sobre el origen, proceso y distribución de los productos alimentarios. Esta transparencia es cada vez más demandada por los consumidores que priorizan la calidad y la seguridad alimentaria. En este sentido hablamos por ejemplo del interés del consumidor en productos orgánicos y sostenibles, el origen y los productos locales, o la seguridad alimentaria y la trazabilidad de calidad.
A nivel europeo, el pasado 2023 entró en vigor la nueva Política Agraria Común, conocida como PAC 2023-2027, con tres objetivos principales: proteger el medio ambiente, promover el desarrollo de un sector agrícola digital y trazable que asegure la seguridad alimentaria a largo plazo; y por último fortalecer la estructura socioeconómica en las áreas rurales. Empresas como Corteva Agriscience están alineadas con estos retos, trabajando para ofrecer soluciones que beneficien a los profesionales del sector y contribuyan al desarrollo sostenible de la agricultura europea.