Medición y reducción de las pérdidas de los campos de maíz
Crop Insights por Steve Butzen, Asesor Agrónomo
Crop Insights por Steve Butzen, Asesor Agrónomo
· Las pérdidas previas a la cosecha (mazorcas caídas de las plantas) son mayores cuando las condiciones húmedas prolongan el período de sequía y causan daños en la cosecha.
· Las pérdidas de cosecha son las que se asocian a la cosechadora e incluyen las pérdidas por cabezal, trilla y separación.
· Las pérdidas por cabezal pueden consistir en mazorcas o granos; las pérdidas por trilla son granos adheridos a fragmentos de mazorcas expulsados y las pérdidas por separación son granos descascarados que se pierden por la parte trasera de la cosechadora.
· Determinar la naturaleza y el alcance de las pérdidas de la cosecha puede ayudar a los agricultores a reducirlas al modificar los ajustes de la cosechadora.
· Cada mazorca perdida por cada 100 plantas representa alrededor de un 1 % de pérdida de rendimiento. En un área de 1 m², 20 granos equivalen a aproximadamente una pérdida de 63 kg/media ha.
· Se aconseja a los agricultores que al principio ajusten la cosechadora a los parámetros recomendados por el fabricante y después la ajusten a las condiciones del cultivo.
· Cuando las condiciones de los cultivos varían (debido a cambios de los híbridos, de campo o climáticos), puede que sea necesario ajustar la cosechadora.
El rendimiento del maíz se establece de forma efectiva en la etapa R6 del desarrollo del grano, también conocida como madurez fisiológica. Tras alcanzar ese punto, no se puede obtener el rendimiento de los cultivos, sino que se pierde. El clima desempeña un papel fundamental en la cantidad de producción que finalmente se recoge en la cosecha. El clima seco es propicio para que la cosecha se seque con rapidez y se pueda recoger a tiempo. Por otra parte, el clima húmedo puede provocar un aumento de putrefacciones del tallo y mazorcas, posibles retrasos en la cosecha y un aumento de las pérdidas en el campo.
Optimizar los ajustes de la cosechadora durante la cosecha es otro aspecto clave para conseguir el máximo rendimiento de la misma. Este paso es fundamental para reducir las pérdidas de mazorcas y grano que pueden producirse durante la cosecha. A diferencia de las condiciones climáticas, los ajustes de la cosechadora dependen por completo de los agricultores.
Para optimizar los rendimientos de la cosecha, los agricultores deberían:
· Supervisar con atención las condiciones del cultivo a medida que se acerca el momento de la cosecha y programarla según corresponda.
· Identificar la naturaleza y el alcance de cualquier pérdida del campo.
· Ajuste la cosechadora debidamente para conseguir el máximo rendimiento posible de la cosecha.
· Vuelva a comprobar las pérdidas del campo y los ajustes de la cosechadora cuando cambie el campo, los híbridos o las condiciones meteorológicas.
Las pérdidas de maíz en el campo consisten en las pérdidas antes y durante la cosecha. Las pérdidas previas a la cosecha se deben, principalmente, a las mazorcas que se caen de las plantas. Los granos (en vez de toda la mazorca) también se pueden perder antes de la cosecha, normalmente debido a efectos híbridos/medioambientales o daños provocados por la fauna, pero estas son relativamente escasas en relación con otras causas y no las abordaremos en este artículo.
Las pérdidas previas a la cosecha son mayores cuando la condición del cultivo se deteriora cuando el cultivo permanece en el campo secando hasta alcanzar la humedad de cosecha aceptable. Un clima húmedo otoñal retrasa el secado del grano y, por tanto, hace que el cultivo esté sometido a un periodo prologando en el campo tras la maduración. Con estas condiciones, las mazorcas se pueden caer cuando las espigas debilitadas por la alimentación de los insectos o el clima se rompen en un nódulo y se desprenden del tallo o de la mazorca. Las mazorcas caídas pueden incluir o no las cáscaras.
Las pérdidas durante la cosecha son las asociadas con la cosechadora, e incluyen pérdidas por cabezal, por trilla y por separación.
Pérdidas por cabezal
Las pérdidas por cabezal o «recolección» son, normalmente, las pérdidas más frecuentes durante la cosecha porque, en el cabezal, se pueden perder mazorcas enteras y granos. Las pérdidas de mazorcas enteras se producen cuando:
· Las mazorcas se caen al suelo delante del cabezal del maíz en el primer contacto.
· Las mazorcas rebotan del cabezal del maíz cuando son separadas por los rodillos despojadores y las placas de corte.
· Los tallos enteros y sus mazorcas se pierden por el cabezal para maíz debido al encamado del tallo o raíz.
Las pérdidas de grano se producen en el cabezal para maíz al descascararse como consecuencia del impacto por las partes móviles (cadenas de recolección, rodillos despojadores y cilindro) y las partes fijas del cabezal.
Pérdidas por trilla y separación
Las pérdidas por trilla hacen referencia a aquellas que se producen en el cilindro y cóncavo donde el maíz se descascara de la mazorca. Cuando los granos permanecen unidos a la mazorca, normalmente se pierden en la parte trasera de la cosechador cuando se expulsan los residuos de maíz. Las pérdidas por separación son los granos sueltos que no llegan a la corriente de grano limpio y, por tanto, permanecen en los residuos del maíz cuando pasa por el tamiz picador y el cajón y se expulsa por la parte trasera de la cosechadora.
Distinguir las pérdidas de maíz en el campo
Es necesario distinguir las causas de pérdidas de maíz en el campo, un proceso de los pasos previos y durante la cosecha. Esto es porque las mazorcas se pueden perder tanto antes de la cosecha como en el cabezal para maíz, y los granos se pueden perder en el cabezal para maíz o en las fases de trilla y separación de la cosechadora. Las mazorcas perdidas deben medirse tanto delante como detrás de la cosechadora, y los granos perdidos deben medirse detrás del cabezal para maíz y de la cosechador para diferencias su origen. Por tanto:
· Las pérdidas de mazorcas previas a la cosecha son mazorcas que se contabilizan delante de la cosechadora.
· Las pérdidas de mazorca por cabezal son las mazorcas detrás de la cosechadora menos las pérdidas de mazorcas previas a la cosecha.
· Las pérdidas de grano por cabezal no se contabilizan detrás del cabezal para maíz, sino delante del área del residuo del cultivo expulsado por la parte trasera de la cosechador (detén la cosechadora y retrocede hasta 6 metros para verificar esta área).
· Las pérdidas por trilla se contabilizan como aquellos granos encontrados detrás de la cosechador que todavía están unidos al fragmento de mazorca.
· Las pérdidas por separación son granos sueltos encontrados detrás de la cosechadora menos los granos encontrados detrás del cabezal para maíz.
Medición de las pérdidas previas a la cosecha
Para medir las pérdidas de mazorcas previas a la cosecha, contabilice el número de mazorcas caídas por cada 100 plantas en 3 o más lugares de muestra del campo. Las mazorcas con cáscara adherida serán más difíciles de detectar, sobre todo, si hay encamado o residuos de cultivo en el suelo. Debido a que los híbridos plantados actualmente en su densidad óptima normalmente producen una mazorca por planta, cada mazorca caída por cada 100 plantas inspeccionadas representa, aproximadamente, un 1 % de la reducción del rendimiento. Multiplique la reducción porcentual por su rendimiento estimado para el campo con el fin de convertir la pérdida de rendimiento en kg/hectárea. Si las mazorcas caídas no están completas, convierta las mazorcas pequeñas en mazorcas normales equivalentes a la hora de calcular la pérdida de rendimiento (por ejemplo, 3 mazorcas pequeñas equivalen a 2 mazorcas normales).
Medición de las pérdidas por cabezal
Para diferencial la pérdida de granos en el cabezal de aquellos perdidos en la parte trasera de la cosechadora, detenga la cosechadora y retroceda hasta 6 metros. Inspeccione el área por la que ya ha pasado con el cabezal para maíz, pero no con la parte trasera de la cosechadora. Inspección un área de 1 metro cuadrado, dejando caer un marco de 0,6 x 1,5 metros en el suelo. 20 granos encontrados en esta área equivalen a, aproximadamente, 63 kg/ hectárea de pérdida de rendimiento.
Para medir las pérdidas por cabezal sufridas debido a la pérdida de mazorcas enteras, contabilice el número de mazorcas caídas por cada 100 planta detrás de la cosechadora. De esa cantidad, reste el número de mazorcas perdidas antes de la cosecha. El restante representa las mazorcas perdidas en el cabezal. Cada mazorca perdida por cada 100 plantas representa, aproximadamente, el 1 % de pérdida de rendimiento.
Medición de las pérdidas por trilla y separación
Las pérdidas por trilla están formadas por los granos todavía unidos a los fragmentos de mazorca encontrados detrás de la cosechadora. Cuente nuevamente estos granos todavía unidos encontrados en un marco de 3 metros cuadrados detrás de la cosechadora. Cada 20 granos equivalen, aproximadamente, a 63 kg/hectárea de pérdida de rendimiento
Cálculo de pérdida de rendimiento |
Granos: 20 granos perdidos por cada metro cuadrado = ~ 217.000 granos/ hectárea. 25 kg de maíz contienen, aproximadamente, 90.000 granos de tamaño medio. |
Para determinar el rendimiento perdido durante la fase de separación de la cosechadora, contabilice los granos sueltos en un área de 1 metros cuadrados detrás de la cosechadora. De esta cantidad, reste el número de granos contados en el área que solo se pasó con el cabezal para maíz. Por cada 20 granos en el restante, se perdieron, aproximadamente, 63 kg/ hectárea de rendimiento.
Los granos sueltos se pueden perder tanto del cabezal para maíz o de la parte trasera de la cosechadora.
Los parámetros y funcionamiento de la cosechadora son esenciales para minimizar las pérdidas durante la cosecha. La cosechadora es una máquina compleja que recolecta, trilla y limpia el grano. Un ajuste inadecuado de la cosechadora puede provocar no solo la pérdida de rendimiento, sino también reducir la calidad del grano. La mayoría de las cosechadoras, tanto las de cilindro como las de tipo rotor, cuando están correctamente configuradas, pueden realizar un buen trabajo, manteniendo el rendimiento a la vez que separa los granos de la parte del cultivo sin cereales.
Se aconseja a los agricultores que al principio ajusten la cosechadora a los parámetros recomendados por el fabricante y después la ajusten a las condiciones del cultivo. Por tanto, la comprobación y reajuste frecuentes pueden mantener la cosechadora correctamente configurada para reducir tanto las pérdidas de la cosecha como el daño en el grano. Cuando las condiciones del cultivo cambien a lo largo del día, será necesario realizar pequeños ajustes.
El objetivo de unos parámetros adecuados de la cosechadora es lograr un flujo suave y uniforme del material del cultivo que se mueve por la máquina. La cosechadora debe funcionar casi llena para minimizar el impacto en el grano. Por otra parte, una máquina casi vacía lleva a múltiples contactos de la máquina y el grano, lo que incrementa los daños.
Punteras: Ajuste las punteras para que solo toquen el suelo en condiciones normales. Si las plantas están encamadas, deje las punteras por encima del suelo y reduzca la velocidad de marcha según sea necesario.
Espacio de los rodillos despojadores y placas de corte Configure el espacio de los rodillos despojadores según el grosor del tallo. Configure las placas de corte (llamadas, placas de cubierta o barras de corte) lo más anchas posibles sin perder mazorcas ni descascarar el maíz de la mazorca (esto reduce la cantidad de rastrojos recogidos por la máquina). Las placas deben configurarse un poco más estrechas (de 0,32 cm a 0,47 cm) en la parte delantera que en la parte trasera para evitar que se atasquen. Si el diámetro de las mazorcas es más pequeño debido a la sequía, estreche las placas de corte en consecuencia para que las mazorcas no se salgan y pierdan.
Velocidad de avance y del rodillo despojador: La velocidad de avance depende de la condición del cultivo, pero, en general, debería ser lo más rápida posible sin tapar el cabezal o el mecanismo de trilla. Los rodillos despojadores deberán configurarse en relación con la velocidad de avance. Cuando se configure demasiado rápido, los rodillos despojadores incrementarán el impacto de la mazorca en las placas de corte. Esto provoca que los granos se descascaren y se pierdan, aumente el corte de granos de las espigas y rebote la mazorca.
Cilindro/rotor y cóncavo: El cilindro o rotor está diseñado para trillar maíz de la mazorca. Por tanto, no es sorprendente que la velocidad del cilindro/rotor sea la causa de daño del grano por parte de la cosechadora. En un estudio realizado, al aumentar la velocidad del cilindro de 300 a 600 rpm, aumentó el daño al grano de menos del 5 % a más del 30 %. Sin embargo, si la trilla es demasiado suave, los granos sin cáscara se pueden perder con las mazorcas.
Los agricultores deberán utilizar la menor velocidad posible del cilindro/rotor que descascare el grano dentro de unos niveles de pérdida aceptables (menos del 1 % en campos en buen estado). Para reducir las pérdidas sin trillar sin incrementar el daño al grano, intente disminuir el espacio del cóncavo antes de aumentar la velocidad del cilindro/rotor. Si con esto no se consigue una trilla satisfactoria, aumente la velocidad del cilindro/rotor según sea necesario.
El espacio del cóncavo debe configurarse de tal modo que evite que se rompen las mazorcas excesivamente, lo que provoca que los granos se queden en los fragmentos de mazorcas. Las mazorcas solo se deberían romper en 3 o 4 piezas para obtener buenos resultados de trilla y las mínimas pérdidas por trilla.
Cribado y limpieza: Después de la trilla, el grano se separa del material del cultivo sin cereal a través del tamiz picador y el cajón y el ventilador de espaciado. La paja más ligera se expulsa por la parte de atrás de la cosechadora, mientras que los segmentos de cultivo más fuertes no trillados vuelven a la trilladora a través del sistema de escombros. Las cribas permiten que las partículas de granos y el material extraño se retiren durante el proceso de limpieza.
El objetivo del cribado y la limpieza es obtener un producto final limpio y de alta calidad a la vez que se minimizan las pérdidas de grano. Para ello, son muy importantes las configuraciones de la tolva y del ventilador. Si la velocidad del ventilador es demasiado elevada, se perderán los granos. Si es demasiado baja, el material extraño se quedará retenido en el grano. Siga los parámetros sugeridos por el fabricante y compruébelos y ajústelos con frecuencia. Las condiciones del cultivo, incluida la humedad de los cultivos sin cereales, pueden cambiar rápidamente durante los días de otoño. Controle, durante todo el día, las pérdidas detrás de la cosechadora y la calidad del grano en el depósito del grano.
Los peligros de una cosechadora en funcionamiento son muy visibles, por tanto, no corra ningún riesgo. El Dr. Mark Hanna, Ingeniero de extensión agraria, Iowa State University (Hanna, 2008) ofrece los siguientes consejos de seguridad.
· Corte la alimentación y apague el motor antes de dejar la estación del operario.
· Mantenga las protecciones en su posición.
· Enganche y bloquee mecánicamente el cabezal para maíz antes de colocarse debajo de él.
· Lleve dos extintores: uno pequeño en la cabina y una unidad de 9 kilos a nivel del suelo.
· Tenga controlados a los peatones mientras la máquina esté en funcionamiento.
· Descanse para reducir el cansancio y mantenerse atento.
Hanna, M. 2008. Profitable corn harvesting. Publicación de la extensión PM 574. Universidad Estatal de Iowa, Ames, Iowa.
Sassenrath, G. et al. 2018. Strategies for improving corn harvest efficiency. En Agronomy eUpdate Número 704. Universidad Estatal de Kansas, Manhattan, Kansas.
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